lunes, 13 de febrero de 2012

La S del BDSM


Cuando escuchas a mucha gente hablar de este tema, no sólo se suele atacar a los dominantes tachándoles de maltratadores, sino que se suele decir: “Los sumisos están todos cortados por el mismo patrón.” Pues bien, en esta entrada querría dedicarme a hablar sobre ese tema, el o la sumiso o sumisa, cómo veo yo serlo, cómo me siento yo cuando escucho tales tonterías.

Diré que cada vez que escucho comentarios similares sobre la personalidad de estas personas, sobre su comportamiento en el día a día, me siento ofendida. Es decir, ¿soy Domina porque no me apetece que cualquiera me de órdenes? ¿Lo soy porque tengo una personalidad fuerte y que podría pisar a alguien la cabeza si me toca la moral? ¿Acaso un sumiso no puede contestar, e incluso llegar a dar un puñetazo si lo cree necesario? Para mí los que piensen esto están muy, muy equivocados. El rol es muy diferente a tu personalidad, que a mí me guste ser dominada y servir, ayudar, no significa que vaya a complacerme hacerlo por cualquiera, o que se lo permita a cualquiera. No, no, esa confusión es muy grande. 

Que a una persona le guste la sumisión no significa que le guste una vida aburrida y monótona, callando y aguantando carros y carretas. Porque es así como nos considera la gente, alguien a quien cualquiera puede manipular, pegar, tratar mal y pisotear. Que por cierto, esta concepción es, ante todo, inmoral, cualquiera, tenga el rol que tenga, y guste lo que le guste, debería ser tratado con una mínima de educación. 

Cuando a alguien le gusta que le humillen, que le traten mal, no significa que cualquiera pueda hacerlo. ¿No es acaso esto una relación? No tiene por qué ser única, puedes tener más de un amo, más de un sumiso, pero tener algo semejante te hace tener alguien de quien cuidar, a quien proteger. Y no quiero decir con ello que el Dom o Domina sean los que deban hacerlo. En absoluto, ambas partes deben colaborar para tener una relación cómoda y agradable, en la que haya confianza, amistad, algo más. No es una relación amorosa —no siempre, aunque hay quien decide juntarlo—, pero una cosa no quita la otra, a mi parecer este tipo de relaciones a lo que más se asemejan es a una de amistad. Sin una nunca podría haber de la otra.

Volviendo al tema, la personalidad no tiene nada que ver con el rol que interpretes. Al igual que nos encontraremos sumisos fuertes, decididos, impacientes, gritones, exigentes. También veremos dominantes tranquilos, relajados, incluso tímidos. Una cosa no quita la otra.

Se despide, Doll.

3 comentarios:

  1. :) Amén, hermana.

    Es una de las mejores entradas que leí nunca. Tienes toda la razón del mundo, a menudo se estereotipa la D/s, inculso desde dentro del BDSM. Nadie puede pensar que por ser sumisos no tenemos dignidad.

    Me encantó tu post. Un besazo, guapa.

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  2. Simplemente precioso....... que envidia poder saber expresarse asi....

    Un beso.

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  3. Siempre te lo he dicho, sumisa si pero no tonta.
    Probablemente en tu caso muchos creen que lo tienen mas facil por tu juventud, pero esa cabecita tuya sabe perfectamente lo que no quiere a su lado.

    Sigue aprendiendo, conociendo y disfrutando.

    ¿Para cuando otro té? Muackss

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